En mi primera entrevista para Navaltecno-3kmi news, he querido contar con la experiencia de Rui Lopes, gestor de proyectos en construcción de remolcadores
entre 1998
y 2008 el cual, desde Madeira, nos responde amablemente y nos da su interesante perspectiva respecto a la situación del sector naval.
Angel Ruíz-
¿Sr. Lopes, cuántos años lleva en esta actividad?
Rui Lopes.-
En
1982 me gradué por la escuela náutica Infante D. Henrique en
Portugal y de inmediato embarqué en buques cargueros siendo llamado
a trabajar cuando los buques estaban en varada. Esto hizo nacer mi
pasión por los astilleros, en 1990 empecé a trabajar en la isla de
Madeira, en la autoridad portuaria local -Portos da Madeira- con
catamaranes de pasajeros, fabricados en aluminio, y volví a estar en
las principales operaciones de varada. En 1995 me pasé a la gestión
de remolcadores. Los remolcadores de la Autoridad Portuaria tenían
entonces 33 años. Hice su “up grade” operacional y empecé a
estudiar las opciones remotorización o sustitución. Se optó por la
sustitución e inicié el proceso que condujo a la definición de las
especificaciones de los remolcadores. Posteriormente asistí a la
construcción de todos y sus pruebas de mar.
A.R.-
Desarrollas tu actividad en Madeira. Su capital Funchal, es un puerto
con mucho tráfico marítimo. ¿De qué flota de remolcadores dispone
el puerto?.
R.L.-
En
este momento trabajamos con dos remolcadores de alta mar, un
remolcador de puerto y una lancha anti-polución que actúa como un
pequeño remolcador de 9 t de tiro.
Puerto de Funchal con el "Sedov" el velero más grande del mundo |
A.R.-
¿Cuántos movimientos diarios o mensuales tenéis?
R.L.-
Al
año tenemos cerca de 370 escalas de buques de crucero en Funchal,
con un movimiento de unos 500.000 pasajeros. Además tenemos sobre
unos 300 buques de carga en Caniçal. Nuestros remolcadores hacen
una media de 600 horas de trabajo al año.
A.R.-
¿Cómo definiría su trabajo y qué implicaciones tiene?
R.L.-
En
este momento ya no estoy con los remolcadores, pero siempre que hay
ejercicios en la mar me “monto” en ellos. El trabajo que hice con
estos remolcadores fue la aventura de mi vida y me siento muy
orgulloso de la contribución y el esfuerzo que se realizó tanto por
parte de mi empresa, mis compañeros y yo mismo para mejorar muy
notablemente el servicio que mi empresa ofrece actualmente a sus
clientes. Además estamos hoy muy preparados para resolver
situaciones de crisis para casos de polución por hidrocarburos.
A.R.-
¿En cuántas construcciones de remolcadores ha participado?
R.L.-
Participé
en la construcción de la totalidad de la flota, 2 remolcadores de
alta mar, 1 remolcador de puerto, 1 lancha anti - polución, 1
embarcación de recogida de basura y 1 embarcación de apoyo
portuario.
"Boqueirao" by Armon |
A.R.-
A lo largo de todo este tiempo imagino que habrá visto una evolución
tanto en las tecnologías de los remolcadores como en su adaptación
a las necesidades de los puertos. ¿Cómo han evolucionado
técnicamente los remolcadores en los últimos 20 años?
R.L.-
Después
de la tobera Kort en los años 60 se produjo una revolución con la
introducción de la propulsión azimutal y cicloidal. Hoy los
remolcadores son más cortos de eslora, más potentes, más
económicos en términos de consumos y de tripulación y más
ecológicos. Los remolcadores, hoy, se puede decir que son mucho más
respetuosos y amigables con la mar.
"Boqueirao" by Armon |
A.R.-
En España construyeron en varios astilleros ¿Dónde?
R.L.-
Sin dar nombres, estaban en Avilés, Puerto de Vega y en Navia.
A.R.- ¿Qué conclusión a efectos de capacidad y calidad constructiva le
ofrece España?
R.L.-
Como
con las personas, entre los astilleros hay buenos y malos. Me
encantó el tratamiento, la calidad constructiva y la aceptación a
mis propuestas de cambios y mejoras que tuve en Navia y en Puerto de
Vega. Pienso que ayudé al astillero a hacer embarcaciones de más
fácil y más barato mantenimiento sin aumentar los costes de
construcción.
A.R.- Asumiendo que la crisis está afectando mucho al sector y especialmente en Europa y España, ¿Que consideraciones harías al respecto?.
R.L.-
El
sector de la construcción Naval tendrá que renacer como el fénix;
es inevitable, todo son ciclos. En este momento me parece que hay una
nueva filosofía de relaciones económicas que está naciendo. Se
llama “alianza global” y tiene por base las recomendaciones del
forum
de Davos
para los países en vías de desarrollo. Por ejemplo ésta es una
filosofía que puede ir muy bien en Mozambique. Mozambique tiene
grandes recursos pesqueros y se han descubierto ahora recursos de gas
natural en la mar. Pero carece de flota y astilleros. Tiene mucho
paro y mucha línea de costa con excelentes condiciones para crear
astilleros. Podría llegar a ser una especie de “nuevo
Suroeste asiático”
en la construcción, reparación y mantenimiento naval dentro de 5
ó 10 años. Con alianzas globales la financiación es mas sencilla y
el riesgo soberano más reducido. Hay que ser creativo y “ emigrar”
con el “know how” en la construcción naval. Y los fabricantes de
equipos deberían participar en el desarrollo de estas alianzas
garantizando una rentabilidad fija, en vez de una entrada inmediata
de capital.
A.R.- Y como consejo, ¿Cómo crees que deberíamos afrontar este periodo de crisis, en qué mejorar?
R.L.-
En
periodos de crisis hay siempre el riesgo de que con la reducción de
precio aumenten los “chapuceros”, y mueran “los artistas”.
Hay que regular, y los gobiernos tienen una gran responsabilidad en
ello. Los albaranes de construcción deberían tener validez limitada
y poder ser retirados cuando las informaciones creíbles y
contrastadas de clientes y suministradores de los astilleros estén
documentadas. Una reglamentación bien hecha, una fiscalización
eficaz y penalizaciones efectivas, eliminarían del mercado a los
“chapuceros”. Hay que mejorar el “approach” a los potenciales
clientes y, si es necesario, acompañándose de clientes satisfechos.
Hay que diversificar las formas de inversión y las formas de pago.
En vez de reducir precios hay que alargar los plazos de pago. Crear
sistemas parecidos a las hipotecas para la compra de pisos. Podría
ser una solución en tiempos de crisis.
A.R.- Algo que destacar sobre lo comentado o que entienda interesante.
R.L.- Quiero destacar Asturias como destino turístico. Los astilleros y los suministradores fueron quienes me lo descubrieron. Las comunidades deberían apoyar más a los astilleros porque el retorno turístico es inmediato y a plazo. En los hoteles, en los restaurantes, en los rent-a car, en los aeropuertos, en las autopistas, hasta en los suministros para buques. Todos los que pasamos por Asturias recordamos la maravilla que es, sus productos de la tierra y su pescado. La asociación turismo - construcción naval puede ser un acelerador en el desarrollo de las comunidades y del propio sector.